Artículo de obligada lectura para todos aquellos que aman a diario el café. En resumen dos corrientes opuestas han llevado al extremo de la estupidez el consumo de café.
La primera es lo que en el artículo se denomina el café Chernovil o esos inventos traidos de los EEUU gracias a la sirenita de Starbucks que violan nuestro café, nuestras tradiciones y nuestra manera de tomar el café a parte de nuestra Salud.
La segunda corriente la que como reacción al MacDonals del café surgen como champiñones de cultivo de granja una marea de Hippsters tatuados que prometen bajo una apariencia alternativa un café especial, que de tan especial tantas veces no se deja ni tomar. Si bien entre estos últimos hay que reconocer al menos una voluntad de mejorar y trasladar una cierta cultura del café a los consumidores, aunque el artículo poco dice de esto.
Como siempre en illys e han hecho las cosas de diferente modo durante ls 80 últimos años, un solo blend, el respeto al espresso como tradición y una cadena de suministro directa e integrada que lleva el café directamente de los caficultores a los consumidores pasando por nuestro laboratorio de torrefacción en Trieste.

Artículo: Más café y menos Gourmet